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ANDRÉS CERISOLA Maestría en Derecho en la Harvard Law School. Primera semana en Harvard. Entre 150 cursos, el socio director de Ferrere se anotó en «Temas Actuales de Teoría Corporativa», un taller para 10 personas dirigido por un PhD israelí que se aprobaba con 12 papers semanales. «No se podía resumir, no se podía explicar. Había que ‘reaccionar’ frente a las lecturas», rememoró quien leyó todo un fin de semana y pese a entender el tema, no lograba visualizar si avanzaba. «El martes, luego de entregarle un paper que no consideraba decoroso, el profesor se sentó en la cabecera de la mesa, nos dio una manzana a cada uno, hizo preguntas y cuestionó opiniones. La dificultad se mantuvo, pero sentí que avanzaba. Terminé el taller con la máxima nota. Aprendí la importancia de empujar mis límites. Y me di cuenta que Harvard no se parecía a nada que hubiera conocido, era mejor: un animal de otra especie», finalizó.

TAMARA SCHANDY. MSc Finance and Economics en la London School of Economics. «La oferta extra curricular de London School of Economics (LSE) era espectacular, incluyendo ciclos de conferencias con personajes que nunca imaginé escuchar de primera mano», recordó la gerente senior del Departamento de Asesoramiento Financiero de Deloitte. «El mundo estaba en plena salida de la crisis financiera de 2008, así que ver a Nouriel Roubini, Paul Volcker, George Soros o Martin Wolf dando su opinión de lo que pasaba no tuvo precio», destacó quien varias veces hizo filas como «groupie» para hacer firmar libros, que luego regaló a amigos tan fanáticos de la economía como ella. Por otra parte, Schandy subrayó que el público de la escuela es extremadamente cosmopolita, lo que le dejó una red de contactos «súper rica» en términos de diversidad geográfica, pero también en cuanto a fuentes de consulta en diferentes áreas de especialidad en la profesión.

JUAN BERCHESI. PhD(c) en Ciencia Política en la Universidad de California en Berkeley. «En Berkeley me impactó conocer de cerca métodos de investigación en ciencias sociales que en Uruguay eran desconocidos o estaban en pañales», recordó el director de la tecnológica Isbel, quien en los años 70 estudió Ciencia Política en EE.UU. Otro aspecto que lo marcó fueron las enseñanzas de Alberto Fischow, un especialista que afirmaba que «todo impuesto a la importación era equivalente a uno a la exportación». En tanto, Ted Levitt, un gurú del marketing le dejó su huella en sus aulas de la Escuela de Negocios de Harvard. «Levitt sostenía que las empresas no tenían que preocuparse por un producto, sino por las necesidades de la gente; ese concepto fue disruptivo para la época. Era decirle a las empresas, por ejemplo, que las mujeres no compran cremas de belleza, sino la promesa de juventud», subrayó y aseveró: «En Harvard aprendí a pensar, no a recitar teoremas».

PABLO GARFINKEL Ingeniería industrial y gerencial en Israel Institute of Technology, Harvard Business School. «Harvard fue más que estudios, fue una experiencia de vida. Convivir con 180 personas de orígenes y perfiles variados, que iban desde un candidato a la presidencia de Nigeria, hasta el dueño de la boutique de joyas más cara de Dubái enriqueció las discusiones», explicó el fundador de Tokai Ventures y director de Life Cinemas. Entre sus anécdotas, destacó una clase de Negociación con Deepak Malhotra (mediador de conflictos políticos internacionales y autor de Negociar lo Imposible). El profesor hizo dos grupos y los enfrentó en un caso de compraventa de una terminal portuaria. Tras recibir todas las respuestas, demostró que la mejor negociación maximizaba el resultado de ambos equipos. «La enseñanza fue tratar de no dejar ‘plata’ en la mesa, mirar lo que te llevás, pero también lo que se lleva tu contraparte. Una forma sabia de ver las cosas», concluyó.

ALBERTO MELLOStrategic Business Leadership en la Universidad de Chicago. «De las mejores experiencias que tuve en el exterior, destaco en 2006 mi participación en el programa Strategic Business Leadership de Chicago Booth, la escuela de negocios de la Universidad de Chicago», rememoró el gerente de Banca Persona e Inversiones de HSBC Uruguay. Según recordó, esa experiencia fue «muy enriquecedora», debido a los instructores y a los colegas con quien compartió vivencias, que aportaron a su crecimiento y desarrollo personal y profesional. «Destaco el privilegio y entusiasmo de haber estado ahí, en una universidad con tanta historia, de donde surgieron reconocidos profesionales a nivel global. Es una experiencia inolvidable y no es inaccesible; la recomiendo», resaltó. Tras su pasaje por la prestigiosa casa de estudios, uno de sus mayores aprendizajes fue que cada uno es dueño de su carrera: «No hay que esperar los cambios, hay que generarlos».

PABLO SITJAR.Master en Ciencias de la Administración en MIT Sloan School of Management. «Uno de los mejores recuerdos fue haber cursado clases con Franco Modigliani», recordó. El curso dictado por el premio Nobel de Economía en 1985 fue determinante para el expresidente de la Bolsa de Valores. «Modigliani enriquecía las clases, no se ajustaba a ningún programa y hablaba de lo que quería. Enseñaba casos reales, concretos, subrayaba qué problemas enfrenta un tomador de decisiones», enfatizó. «Decenas de libros de texto enseñan del mercado de capitales. Sin embargo, Modigliani, que había trabajado con el estadounidense Merton H. Miller, era un ejemplo vivo, había participado en negociaciones de gobiernos como el de EE.UU. e Italia», recordó. «Hoy un modelo lo escupe una computadora con inteligencia artificial, pero los temas que planteaba él nos marcaron para siempre; este profesor era testigo de lo que enseñaba, era un ejemplo vivo», concluyó.

MAURICIO LEVITIN MBA en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). «La primera persona que conocí cursando mis estudios de MBA en la MIT Sloan School of Management fue a mi actual socio venezolano Josef Preschel», rememoró el director de Altius Group. «En ese momento empezamos a soñar con un proyecto en conjunto y a pensar en diferentes oportunidades de negocios», dijo. Los sueños de esa época se transformaron en Península Investments Group. Los compañeros de aula hoy dirigen una compañía que busca crear valor invirtiendo en proyectos de desarrollo inmobiliario en América Latina. «Tenemos un fondo inmobiliario que en Uruguay invierte en Altius», puntualizó. La firma hoy tiene proyectos con propiedades de renta y en vivienda para estudiantes y la tercera edad en México, Colombia, Panamá, Perú, Brasil, Argentina y EE.UU, con oficinas en Miami, Ciudad de México, Bogotá, Lima, Panamá y Montevideo.