Want to make creations as awesome as this one?

Transcript

Admiramos más a un personaje por intentar algo que por conseguirlo y tener éxito.

Tienes que tener en cuenta qué le interesa a tu audiencia, no qué te divierte a ti como escritor. Suelen ser cosas muy diferentes.

Fijar un hilo conductor desde el principio es importante, pero no sabrás de qué va la historia hasta llegar al final. Reescríbela.

Había una vez___. Todos los días, ___. Luego, un día ___. Debido a ello, ___. Debido a ello, ___. Al final, ___.

Simplifica. Céntrate. Combina personajes. Y divaga un poco. Te parecerá que pierdes contenido valioso pero te dará más libertad.

¿En qué es bueno tu personaje, con qué se siente cómodo? Ponlo en la situación opuesta. Rétalos. ¿Qué tal salen parados?

Escribe el final antes de pensar en la parte intermedia. En serio. Los finales son muy difíciles, empieza a trabajar en ello desde el principio.

Termina la historia, incluso si no es perfecta. En un mundo ideal tendrías ambas cosas, pero olvídalo. Intenta hacerlo mejor a la próxima.

Cuando te atasques, haz una lista de lo que NO ocurriría después. Muchas veces el material que te librará del atasco aparece de esa forma.

Separa las historias que te gustan del resto. Lo que te gusta de ellas forma parte de ti mismo; tienes que reconocerlo antes de poder utilizarlas.

Escribir algo en un papel te permite empezar a mejorarlo. Si una idea la dejas solo en tu cabeza, nunca la compartirás con nadie.

Dale voz y opinión a tus personajes. Hacerlos pasivos o maleables te puede gustar a ti mientras escribes, pero es veneno para la audiencia.

¿Por qué contar ESTA historia y no otra? ¿Qué es lo que te quema dentro que la alimenta? Este es el quid de la cuestión.

Si tú fueras tu personaje, en esa situación, ¿cómo te sentirías? La honestidad aporta credibilidad a situaciones inverosímiles.

¿Cuáles son las probabilidades? Danos una razón para apostar por el personaje. ¿Qué ocurre si fracasa? Explica cuáles son sus opciones.

Ningún trabajo es inútil. Si no lo puedes utilizar ahora, déjalo y pasa a lo siguiente - más tarde habrá una oportunidad y lo podrás utilizar.

Tienes que conocerte a ti mismo: es la diferencia entre sacar lo mejor de ti y dar rodeos. Crear una historia es probar, no refinar.

Las coincidencias para meter en líos a los personajes son geniales; las coincidencias para sacarlos de ellos es hacer trampa.

Haz ejercicio: coge una película que no te guste, analiza su estructura. ¿Cómo la volverías a hacer para que sí te gustase?

Tienes que identificarte con las situaciones y tus personajes, no puedes forzarte a escribir divertido. ¿Qué es lo que te haría a ti actuar como a ellos?

¿Cuál es la esencia de tu historia? ¿Y la forma más simple de contarla? Si sabes eso, puedes construir a partir de ahí.

Descarta lo primero que te venga a la mente. Y lo 2º, 3º, 4º y 5º. Deshazte de lo obvio. Sorpréndete a ti mismo.