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Montaje de la cubierta. El cuerpo del estadio ya está preparado para recibir la cubierta, que será la «joya» del estadio. Esta «corona» ligera y traslúcida de 46.000 metros cuadrados tapará el 96% de las 68.000 localidades del estadio. Hasta 6.000 toneladas de acero, 14 kilómetros de cable del mismo material y 83.000 metros cuadrados de membrana de fibra de vidrio se han necesitado para su elaboración.

La otra «M-30». Un amplio pasillo conectará el exterior con los vestuarios, por él pasara el autobús de los equipos que disputen cada partido.

Videomarcadores. Habrá tres videomarcadores: dos de grandes dimensiones en ambos fondos y un tercero en el lateral que hay frente al graderío de la Peineta.

Zona de prensa. El auditorio donde se celebrarán las ruedas de prensa tendrá un aforo para 400 periodistas. La zona mixta y los «work center» estarán muy cerca para evitar largos desplazamientos a la prensa.

Duchas y aguas termales. Cerca de los vestuarios se extiende la zona de aguas, donde estarán las duchas, las camillas, los fisioterapeutas, aseos, piscinas en varias temperaturas, sauna y baño turco. También habrá hueco para camerinos, para posibles conciertos.

1.100 plazas de aparcamiento bajo la grada. Al parking subterráneo se sumará otro en el exterior, con espacio para otros 3.000 vehículos, que se ha comprometido a desarrollar el Ayuntamiento de Madrid.

Salida al campo. El túnel de acceso al campo, al contrario que en otros estadios, es de subida, en vez de bajada. Los jugadores bajarán escaleras para salir al terreno de juego.

Anillo con 80 palcos. Sobre la grada media se expande la zona de palcos, con 7.000 butacas.

Proximidad al campo. El diseño de la cubierta del estadio es clave el sonido de la afición. Una hinchada que será más protagonista, ya que el estadio no contará con pista de atletismo, como estaba previsto. Las gradas estarán muy cerca del terreno, ya que se reduce la distancia con respecto al Calderón. Por ejemplo, quienes se sitúen en el Fondo Sur, vivirán el partido a unos cinco metros de la línea de cal.

Guiño al Calderón. Dos aberturas a ambos lados del graderío de la antigua Peineta recuerdan a las que tiene el actual estadio del Atlético de Madrid.

Centro de control. La seguridad del estadio se vigilará desde esta torre y su gemela al otro lado.

Museo, tienda y restauración. A lo largo de un gran pasillo acristalado se instalará el Museo del Atlético de Madrid, la tienda oficia y restauración enfocada al evento, es decir, preparada para abastecer a los 68.000 aficionados. Este corredor tendrá vistas al jardín de entrada al estadio y a las Cuatro Torres de la capital.

Asientos más anchos. El espacio dedicado a la afición también aumentará un 166% con respecto al Vicente Calderón. El hecho de contar con mayor superficie ha permitido que los asientos sean más anchos en todas las categorías.

Vestuarios. Habrá hasta cuatro vestuarios, por si se celebran torneos a cuatro bandas. En la imagen, el vestuario del equipo titular, que ha sido diseñado en base a los criterios del cuerpo técnico y de los capitanes rojiblancos. No querían que fuera muy grande, para que no se dispersaran los jugadores. Las taquillas se dispondrán en un óvalo para que nadie esté en la esquina.

70 metros de altitud. El graderío de la antigua Peineta marca el punto más alto del estadio a 70 metros del césped que, a su vez, se encuentra a 15 metros bajo el nivel de acceso al estadio.

Zona de ocio familiar. El estadio también contará con un área para los aficionados más pequeños, que incluirá un parque infantil.

«Fan zone». En los accesos al Fondo Sur se habilitará una zona donde «calentar» las previas de los partidos y celebrar los triunfos del equipo.

Reproducción. Así será el estadio terminado.