Aprendiendo a enseñar

PDP-ELE: aprendiendo a enseñar

Es importante a la hora de elegir y proponer actividades para nuestras clases tener en cuenta que estas han de conectar emocionalmente con los estudiantes. Para conectar hay que despertar la curiosidad, atraer la atención, generar sorpresa, incorporar placer al proceso, aumentar los índices de participación, fomentar la cooperación… Son muchas cosas, sí, pero tenemos una herramienta a nuestro alcance que puede hacer eso y más: la narración digital. La narración digital mejora la comunicación, la colaboración, el pensamiento crítico y la creatividad. Los alumnos son más activos y se involucran en su propio proceso de aprendizaje. Investigan, exploran y preparan un tema para contárselo a los demás, para contar su historia. De esta forma, la experiencia de aprendizaje se convierte en algo auténtico y personalizado y no olvidarán lo aprendido tan fácilmente.

El curso PDP-ELE, mejorando las competencias del profesor de español ha supuesto para mí un camino de descubrimiento en el arte de enseñar/acompañar procesos de aprendizaje. El método de presentar cada tema es totalmente interactivo y participativo. Todos los participantes hemos aprendido unos de otros y nos llevamos una bolsa de experiencias, actividades, propuestas e ideas que hemos ido compartiendo a lo largo de todos estos meses.

Un gran descubrimiento para mí en este curso ha sido el de los recursos digitales para utilizarlos en la clase ELE. He podido probar numerosas herramientas para elaborar materiales digitales y poder enriquecer las experiencias de aprendizaje. Aquí estoy recopilando algunas de las que he utilizado.

El aprendizaje cooperativo ha sido muy importante en todo el curso. Gracias a los foros y a las redes sociales hemos podido compartir nuestro trabajo con nuestros compañeros y así nutrirnos de las ideas de todos.

Existen tres elementos fundamentales a la hora de enseñar una lengua extranjera, que debemos tener en cuenta a la hora de preparar e impartir una clase:

• La emoción. Realmente no sirve de nada intentar memorizar algo con lo que no conectamos en absoluto. La emoción mueve el mundo y por ello es un ingrediente imprescindible a la hora de aprender (y de enseñar). “Enseñar es emocionar”.
• La pragmática. Hay que saber cómo influye el contexto en la interpretación del significado. ¿Cómo funciona la comunicación? La pragmática bebe de otras materias como la psicología, la lingüística, la filosofía, la sociología, la antropología o la ciencia cognitiva.
• La gramática. No se puede conocer bien una lengua si no conocemos sus normas, sus generalizaciones formales y particularidades.

EVALUACIÓN Evaluar consiste en recoger información para tomar decisiones en relación a unos valores de referencia. Puede hacerse para certificar o bien para ayudar. En todo caso, la evaluación deber constituir un estadio de reflexión dentro del proceso de formación. No sólo debemos tener en cuenta qué evaluamos, sino también por qué y para qué. La evaluación no sólo se hace de docente a aprendiente, también puede hacerse entre pares o a uno mismo (autoevaluación). La reflexión y conclusiones que saquemos de estos procesos deberían servirnos para corregir y mejorar los procedimientos que estamos utilizando en nuestras clases (metodologías, materiales, temporalidad, tipo de actividades…). Algunas herramientas útiles para evaluar:

• uso de porfolio
• diario de aprendizaje
• observación del aula

"Enseñar es emocionar", nos decían al principio del curso. Y es que, realmente, para conectar con los alumnos hay que hacerlo desde la emoción. Hemos aprendido cómo hacerlo y a elegir actividades y herramientas que evoquen la atención desde dentro: la música, la poesía, la narración, el juego... ¡Ha sido una experiencia llena de emoción en sí misma!